El Espíritu Santo les dio fuerzas para la gran misión que tenían que cumplir: Llevar la palabra de Jesús a todas las naciones, y bautizar a todos los hombres en el nombre del Padre, del Hijo y del Espíritu Santo.

En el calendario  del  Año  Litúrgico,  después de la fiesta de la Ascensión,  a  los cincuenta días  de  la  Resurrección  de  Jesús,  celebramos la fiesta de Pentecostés. 

Para  “volver a nacer”  hay que creer en Dios, obedecerlo y orar. Así  “seremos bautizados en el Espíritu Santo”.