martes, 23 de enero de 2018

😇😇😇 La oración de sanación

😇😇😇La oración de sanación
es aquella plegaria para pedir la ayuda de Dios cuando tenemos un problema de salud. Y también cuando estamos enfermos, cansados, con dolencias, o cuando un familiar o un amigo se encuentra en estas circunstancias. En los momentos en que necesitamos la ayuda de Dios, él siempre está ahí para asistirnos.
❤️❤️❤️Una oración para sanar a los enfermos
Padre Dios Todopoderoso, fuente de la salud y del consuelo, que has dicho “Yo soy el que te da la salud”.
Acudimos a ti en este momento en el que por la enfermedad experimentamos la fragilidad de nuestros cuerpos.
Ten piedad Señor de los que están sin fuerza, devuelves la salud y quedaran sanos.
Has efectivos los tratamientos médicos.
Líbrales de los efectos secundarios de la medicina y has que lo que la medicina no puede hacer.
Realiza un milagro de tu amor y concédeles la salud del cuerpo, la paz en el alma, para que libres de toda enfermedad y recobradas las fuerzas, puedan servirte mejor a ti y a nuestros hermanos.
Lo pedimos en el nombre de tu Hijo Jesucristo, con la Virgen María nuestra madre, orando en la fuerza del Espíritu Santo, a ti que vives y reinas por los siglos de los siglos.
Amén.

Lecturas del Martes de la 3ª semana del Tiempo Ordinario Martes, 23 de enero de 2018 / Evangelio Lectura del santo evangelio según san Marcos (3,31-35):


jueves, 4 de enero de 2018

miércoles, 3 de enero de 2018

Portada 6 enero Reyes Magos


Lecturas del 3 de Enero. Feria de Navidad Miércoles, 3 de enero de 2018 - Evangelio Lectura del santo Evangelio según san Juan (1,29-34):


03 de Enero Santísimo Nombre de Jesús

03 de Enero
Santísimo Nombre de Jesús


Ocho días después de su nacimiento el hijo de María recibió el nombre de Jesús, que significa Salvador, como lo había ordenado el ángel Gabriel antes de que María concibiera. El Evangelio menciona la razón de ser de dicho nombre: «Porque va a salvar a su pueblo del pecado». Jesús iba a obrar la Redención con los más atroces sufrimientos, «humillándose –dice San Pablo– no sólo hasta la muerte sino hasta la muerte de cruz. Por ello Dios lo exaltó (…) y al nombre de Jesús se doble toda rodilla».
La fiesta del Santísimo Nombre de Jesús, instituida en el año 1721, es la fiesta titular de la Compañía de Jesús. Durante un tiempo no tuvo hueco en el Misal Romano hasta que fue restablecida por San Juan Pablo II. «Al nombre de Jesús toda rodilla se doble,en el cielo, en la tierra, en el abismo, y toda lengua proclame: Jesucristo es Señor para gloria de Dios Padre». (Flp, 2, 10-11).

lunes, 1 de enero de 2018

Calendario Litúrgico 2018 *ENERO*


SOLEMNIDAD DE SANTA MARÍA MADRE DE DIOS 2018: 1 de enero

SOLEMNIDAD DE SANTA MARÍA MADRE DE DIOS 2018:
La Solemnidad de Santa María Madre de Dios es la primer Fiesta Mariana que apareció en la Iglesia Occidental, su celebración se comenzó a dar en Roma hacia el siglo VI, probablemente junto con la dedicación –el 1º de enero– del templo “Santa María Antigua” en el Foro Romano, una de las primeras iglesias marianas de Roma.
La antigüedad de la celebración mariana se constata en las pinturas con el nombre de “María, Madre de Dios” (Theotókos) que han sido encontradas en las Catacumbas o antiquísimos subterráneos que están cavados debajo de la ciudad de Roma, donde se reunían los primeros cristianos para celebrar la Misa en tiempos de las persecuciones.
Más adelante, el rito romano celebraba el 1º de enero la octava de Navidad, conmemorando la circuncisión del Niño Jesús. Tras desaparecer la antigua fiesta mariana, en 1931, el Papa Pío XI, con ocasión del XV centenario del concilio de Éfeso (431), instituyó la Fiesta Mariana para el 11 de octubre, en recuerdo de este Concilio, en el que se proclamó solemnemente a Santa María como verdadera Madre de Cristo, que es verdadero Hijo de Dios; pero en la última reforma del calendario –luego del Concilio Vaticano II– se trasladó la fiesta al 1 de enero, con la máxima categoría litúrgica, de solemnidad, y con título de Santa María, Madre de Dios.
De esta manera, esta Fiesta Mariana encuentra un marco litúrgico más adecuado en el tiempo de la Navidad del Señor; y al mismo tiempo, todos los católicos empezamos el año pidiendo la protección de la Santísima Virgen María.
El Concilio de Éfeso
En el año de 431, el hereje Nestorio se atrevió a decir que María no era Madre de Dios, afirmando: “¿Entonces Dios tiene una madre? Pues entonces no condenemos la mitología griega, que les atribuye una madre a los dioses”. Ante ello, se reunieron los 200 obispos del mundo en Éfeso –la ciudad donde la Santísima Virgen pasó sus últimos años– e iluminados por el Espíritu Santo declararon: “La Virgen María sí es Madre de Dios porque su Hijo, Cristo, es Dios”. Y acompañados por todo el gentío de la ciudad que los rodeaba portando antorchas encendidas, hicieron una gran procesión cantando: "Santa María, Madre de Dios, ruega por nosotros pecadores ahora y en la hora de nuestra muerte. Amén".
Asimismo, San Cirilo de Alejandría resaltó: “Se dirá: ¿la Virgen es madre de la divinidad? A eso respondemos: el Verbo viviente, subsistente, fue engendrado por la misma substancia de Dios Padre, existe desde toda la eternidad... Pero en el tiempo él se hizo carne, por eso se puede decir que nació de mujer”.
Madre del Niño Dios
“He aquí la sierva del Señor, hágase en mí según tu palabra”
Es desde ese fiat, hágase que Santa María respondió firme y amorosamente al Plan de Dios; gracias a su entrega generosa Dios mismo se pudo encarnar para traernos la Reconciliación, que nos libra de las heridas del pecado.
La doncella de Nazareth, la llena de gracia, al asumir en su vientre al Niño Jesús, la Segunda Persona de la Trinidad, se convierte en la Madre de Dios, dando todo de sí para su Hijo; vemos pues que todo en ella apunta a su Hijo Jesús.
Es por ello, que María es modelo para todo cristiano que busca día a día alcanzar su santificación. En nuestra Madre Santa María encontramos la guía segura que nos introduce en la vida del Señor Jesús, ayudándonos a conformarnos con Él y poder decir como el Apóstol “vivo yo más no yo, es Cristo quien vive en mí”.

Lecturas del Santa María Madre de Dios Lunes, 1 de enero de 2018 - Lectura del santo evangelio según san Lucas (2,16-21):